Seguro que más de una vez has tenido que clavar un clavo y te has golpeado los dedos con el martillo.
Esto nos suele pasar a todos, y no es que sea un accidente importante pero lo que está claro es que golpearse los dedos con el martillo duele y a veces mucho.
Para que esto no te suceda, he recopilado algunos trucos que se pueden utilizar para hacer esta tarea mucho más segura y proteger nuestros queridos deditos.
Con un trozo de cartulina
Corta un trozo de cartulina con unas tijeras y atraviesa la cartulina con el clavo.
De esta forma la cartulina te servirá para sostener el clavo sin peligro a que te des en los dedos al golpear el clavo con el martillo.
Una vez hayas clavado el clavo solo tienes que tirar de la cartulina para rasgarla y quitarla del clavo.
Con un Alicate
Solo tienes que agarrar el clavo con el alicate y ponerlo en el lugar donde quieres clavarlo. Después con el alicate bien apretado para que el clavo se mantenga sujeto, tan solo tienes que golpear el clavo con el martillo para clavarlo en el sitio. De esta manera tus manos estarán lejos del peligro y no te machacarás los dedos.
Con una horquilla de pelo
También puedes proteger tus dedos utilizando una horquilla para el pelo, de modo que el clavo quede sujeto dentro la horquilla y así podamos golpearlo sin temor a hacernos daño
Unos trucos sensacionales para clavar todos los clavos que queramos y sin hacernos daño en los dedos con el martillo.
Y como una imagen vale más que mil palabras aquí os dejo este fantástico vídeo explicativo:
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